Aquí, siempre aquí. En cuerpo, mente y corazón. El preocuparse y ocuparte por lo que no está aquí, y por consiguiente, por lo que no puedes controlar, evita que aproveches el tiempo y aprendas las lecciones que la vida te va dado en cada segundo.
Parecería egoísta, pero lo cierto es que -así como te dicen en los aviones en caso de emergencia- “Colóquese usted primero la mascarilla del oxígeno, antes de ayudar a otra persona”-si tú no te ocupas de ti, no te puedes ocupar de nadie más.
Ahora, en este momento, este instante. Mientras dejes tu mente y emociones volar al pasado, que no volverá; o al futuro, que no sabes cómo será; estás desperdiciando tiempo precioso, que debes utilizar para aprovechar y lidiar con lo que tienen en frente.
Aquí y ahora: Utiliza cada uno de los sentidos que tengas disponibles. Ten conciencia plena de lo que te rodea y de lo que te está ocurriendo en cada instante. Abraza a quienes tienes delante de ti, aprovecha que los tienes contigo para decir lo que piensas, demostrar lo que sientes, y darles todo lo que tengas para ofrecer.
¡A vivir que son dos días!, y ante tal realidad, vivir plenamente en el aquí y el ahora es imprescindible. Posponer, generalmente carece de sentido y no es necesario: ¡Haz todo lo que puedas aquí y ahora!
Lissette
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