Y me vi en ese momento, en el que frente a mi se dibujaban varias vías: La posibilidad de emprender un camino o el otro...Quien me conoce sabe que me decidí por el que parecía más arriesgado, el que prometía aventuras y retos.
Y así, me fui a Madrid, a volver a la universidad después de 27 años de terminar mi licenciatura de Administración Hotelera. Cursaría un Master de un año, en Producción y Realización de Radio y Televisión en la Universidad Francisco de Vitoria...Nada que ver con mi carrera original; pero sí una rama que quería aprender para ir moldeando un sueño, que entrelazará mi pasión por los viajes, mi amor por la cocina, mi pequeña experiencia en la radio (en el Matutino Alternativo de Carmen Imbert Brugal), mis incursiones en este blog, y las fotos con las que voy alimentando mis páginas de Instagram y Facebook.
Volver a estudiar, sobre todo en una rama como la audiovisual (que conocía casi nada), significó todo un reto. La parte inicial del Master era la radio: Ahí me sentí un poco más cómoda, dadas mis experiencias con el Matutino Alternativo; alguna que otra cosa me era desconocida, pero pude salir a camino...¡Entonces vino la parte de televisión!
En los primeros meses había afrontado varios retos: Compañeros muchísimo más jóvenes que yo (con otras prioridades y mentalidad), un castellano distinto al que estaba acostumbrada, una nueva ciudad enorme y un frío que comenzaba a hacerse sentir...¡Pero ningún reto se puede comparar al del mundo de la producción y realización de televisión!
La mayoría de mis compañeros de estudios venían de carreras afines al mundo audiovisual; además de que eran jóvenes acostumbrados a las nuevas tecnologías y programas. Ya se podrán imaginar el reto, para una persona prácticamente análoga. Debo de confesar que estuve a punto de renunciar a todo, y regresar con el rabo entre las piernas a la posición original, a la comodidad de mi país y de mi hogar. De alguna manera conseguí perseverar, y seguir adelante...¡Entonces llegó el COVID-19!
En un principio ninguno pensamos que sería lo que fue, y lo que es. No quise regresar a República Dominicana “para no llevar al virus conmigo”; y me quedé en mi pequeñito apartamento a pasar los días (que se convertirían en meses) de confinamiento. Las clases se continuarían de manera “online” hasta que pudiéramos volver a la normalidad:¡Nunca volvió la normalidad!
Y así, desde lejos, terminamos el Master: No era el final soñado de esta aventura; ¡pero fue un final!.
Luego del chock inicial, conseguí reponerme y mirar hacia adelante: Decidí que, desde que me fuera posible, dejaría Madrid, y viajaría por España y el resto de Europa; antes de regresar a mi República Dominicana y concretar planes para lo que será el resto de mi vida laboral y profesional.
¡Efectivamente dejé Madrid! Hoy te escribo desde un tren que atraviesa Austria, de camino a Italia...Ya he recorrido el norte de España, con Barcelona incluida; he regresado a París, conocí varias ciudades de Suecia, pude ver un poco de Dinamarca; y pasé por Hamburgo y Múnich, en Alemania. La aventura continúa , y puedes tener la seguridad de que te lo voy a seguir contando.
Lissette
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