Literalmente le pasé de largo a Lucerna y seguí hacia la montaña de Rigi (llamada la reina de las Montañas, y que se encuentra en el centro de Suiza, parte de los Alpes Suizos), no porque fuera a perderme de visitar una de las ciudades más encantadoras de Suiza, simplemente no me quería perder el vivir la experiencia de estar en el mismo cielo, por encima de las nubes, que te ofrece esta hermosa montaña....No me arrepentí: Las palabras no pueden describir tanta belleza!
Bajando de la montaña, elegí hacer parte del camino de regreso en barco, disfrutando de las hermosas vistas que ofrece el recorrido por el Lago de Lucerna (todo esto me lo cubría mi “súper ticket”, el Swiss Travel Pass). Ya en Lucerna pude caminármela en tranquilidad, cruzar su legendario Puente de la Capilla (Kapellbrücke) y almorzar..
El regreso a Zurich fue rápido, y en esta ocasión especial: me reencontraría con una vieja amiga, que justamente fue quien me sirvió de Guía cuando visité la ciudad por primera vez, por allá por el año 1992, en mi primer recorrido en solitario por el centro de Europa, y que te conté en la entrega “Viajar Sola”...Nos habíamos mantenido en contacto en la “Era Moderna” vía Facebook, y coincidimos ambas en estar en Zurich por lo menos esa tarde...Me hacía ilusión encontrarme con Gabriela, y ponernos al día de lo que había acontecido en nuestras vidas en tooodos estos años! El punto de encuentro no podía ser más conveniente: La Estación de tren de Zurich,
que de por sí es un lugar a visitar de la ciudad, pues además de ser
una joya de la arquitectura cuenta con un enorme centro comercial en su sótano....Gabi se iba a encontrar con su novio que llegaba desde París, donde viven, y nos pasaríamos unas horitas juntas en unos de los cafés de la estación; fue un verdadero regalo el encuentro, y sirvió para reafirmar una amistad de años, que estoy segura seguirá por muchos más!
Bajando de la montaña, elegí hacer parte del camino de regreso en barco, disfrutando de las hermosas vistas que ofrece el recorrido por el Lago de Lucerna (todo esto me lo cubría mi “súper ticket”, el Swiss Travel Pass). Ya en Lucerna pude caminármela en tranquilidad, cruzar su legendario Puente de la Capilla (Kapellbrücke) y almorzar..
El regreso a Zurich fue rápido, y en esta ocasión especial: me reencontraría con una vieja amiga, que justamente fue quien me sirvió de Guía cuando visité la ciudad por primera vez, por allá por el año 1992, en mi primer recorrido en solitario por el centro de Europa, y que te conté en la entrega “Viajar Sola”...Nos habíamos mantenido en contacto en la “Era Moderna” vía Facebook, y coincidimos ambas en estar en Zurich por lo menos esa tarde...Me hacía ilusión encontrarme con Gabriela, y ponernos al día de lo que había acontecido en nuestras vidas en tooodos estos años! El punto de encuentro no podía ser más conveniente: La Estación de tren de Zurich,
que de por sí es un lugar a visitar de la ciudad, pues además de ser
una joya de la arquitectura cuenta con un enorme centro comercial en su sótano....Gabi se iba a encontrar con su novio que llegaba desde París, donde viven, y nos pasaríamos unas horitas juntas en unos de los cafés de la estación; fue un verdadero regalo el encuentro, y sirvió para reafirmar una amistad de años, que estoy segura seguirá por muchos más!
El día siguiente seguiría mi maratónico recorrido por Suiza, la conversación con Gabriela fue, además de agradable, útil: me ofreció informaciones que solo un nacido en Suiza me podía brindar...Al día siguiente, después de un largo y completo día como el de hoy, me esperaba un lugar de Suiza que va a quedar en mi lista de los números uno y al que muy seguramente regresaré!!....
Continuamos el viaje?
Lissette
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