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Mostrando entradas de mayo, 2020

Hibernar o Evolucionar

Al parecer el ser humano es más amigo de hibernar que de evolucionar... En una buena parte del mundo, la humanidad se vio obligada a hacer un alto en su eufórico paso. Por casi 3 meses volvió a los tiempos en los que vivía en las cavernas: En aquellos tiempos protegiéndose de grandes animales feroces, hoy de un microorganismo invisible. Todos iniciamos el confinamiento con grandes augurios y expectativas de un gran cambio en el ser humano y para el planeta. Hoy, ante una desescalada, que recuerda un patético “strip tees” sin música, hombres y mujeres regresan a “la nueva normalidad”. El desencanto es grande para muchos de nosotros; que esperábamos ver arcángeles emerger de cada uno de nuestros supuestos purgatorios, en los que estuvimos encerrados. Muy por el contrario, nos encontramos con la misma humanidad, desenfrenada, depredadora, voraz. No hemos evolucionado, ¡HEMOS HIBERNADO! Lissette https://youtu.be/G1l-KYt6A_Q

Mi primer día en Madrid

  Llegué un día de otoño por la mañana al apartamentito que había alquilado en Madrid; y que sería mi hogar mientras cursara el Master en el que me había inscrito. Había llegado muy tempranito al aeropuerto de Barajas, y luego de tomarme un café, abordé el taxi que me trasladaría a mi nueva residencia: Estaba tan eufórica, que no paré de hablar con el taxista, que era un hombre muy ameno. Cuando llegamos a la dirección, me ayudó con el equipaje y me deseó suerte en mi nueva aventura. El taxi no había bien doblado la esquina, cuando me di cuenta de que había dejado olvidada, en el asiento trasero del vehículo, la mochila donde traía LITERALMENTE la vida: Mi pasaporte, el dinero y las tarjetas de crédito, la computadora. Solo puedo decirles que ya sé lo que se siente que se te abra el suelo. Llamé, desesperada a mi hermano Francisco, que ya tenia unos meses en Madrid estudiando, para que me diera alguna idea de qué hacer; él a su vez llamó a su primo Aldo, que vivía en Madrid hacia

Replanteando Ilusiones

  La vida te sorprende con relativa frecuencia, algunas veces esas sorpresas te obligan a replantearte el camino que habías elegido para llegar a tu meta, otras veces es esa meta elegida la que debes cambiar. Las ilusiones son particularmente difíciles de replantear...Cuando me toca, siempre recuerdo la fábula de La Lechera, que  ingenuamente ya había gastado el dinero que recibiría por la leche que llevaba al mercado, cuando aún le faltaba un largo trecho para llegar a su destino: Todos sabemos que la distraída lechera perdió su mercancía con un tropezón, obligándola a replantearse los sueños que ya había acariciado en su imaginación. El pasar de los años me hacen cauta al dejar volar mis pensamientos en la búsqueda de nuevas ilusiones, sueños, metas y deseos; pero humana al fin, sucumbo a la tentación, e inevitablemente me ilusiono y dibujo mi futuro en el aire...Acontecimientos como los que estamos viviendo actualmente en el mundo, hacen imperativo que replantee el camino y la meta