Palermo, efectivamente, sería mi centro de operaciones, en mi intento de conocer todo lo que pudiera, de la históricamente disputada y codiciada isla de Sicilia.
Agrigento, el Valle de los Templos y la playa San Leone fueron el inicio en tren de mis aventuras fuera de Palermo. Llegaría en tren a la histórica y arquitectónicamente hermosa estación de tren de Agrigento, ciudad en la costa suroccidental de Sicilia. Caminaría 2.5 kilómetros, colina abajo, hasta llegar al Valle de los Templos, patrimonio de la humanidad, que data del siglo V a.c. Luego de recorrer este histórico e impresionante conjunto arqueológico; me fui a conocer la playa de San Leone, a disfrutar de un refrescante baño (¡el sol de verano en Sicilia es candente!).
El camino en tren desde y hacia Palermo, me permitió disfrutar y apreciar el cambiante paisaje siciliano; pasamos por innumerables pueblos y ciudades; unos más turísticos que otros. En medio de la Pandemia, Sicilia estaba repleta de turistas, en su casi totalidad europeos. La apertura de los viajes, dentro de la Comunidad Europea, se sentía; y las restricciones de viajes a España, que iban imponiendo las distintas potencias, desviaba ese turismo a paraísos veraniegos, como esta mitológica isla italiana.
En las próximas entradas te contaré de mi escapada a Catania y alrededores; y la espectacular aventura a las islas Eolias.
Lissette
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